En Historia moderna, entre cabezada y cabezada, agujeta y agujeta he tomado los apuntes sobre moda femenina en la edad moderna. Hemos descubierto que los señores modernos y las señoras modernas eran unos guarros y unos inútiles. Creían que en el agua había enfermedades y los líquidos eran algo diabólico y por eso no se bañaban. Sólo se cambiaban y lavaban el cuello y los puños de la camisa que llevaban pues la blancura de éstos demostraba su nobleza. También se embadurnaban con polvos de talco para limpiarse y quitarse el sudor (líquido que también traía enfermedades, por cierto) y los bebés, en vez de lavarse, los vendaban. Sí, sí. Los vendaban y les cambiaban las vendas para lavarlos. Por eso morían más de la mitad, y los que sobrevivían por gracia de los dioses, pues mira. Luego estaba el tema del cabello, si miráis cuadros de esa época veréis a todos con pelucas eso es consecuencia de no lavarse: al no lavarse el pelo se pudre y el pelo putrefacto además de apestar no tenía demasiado buen aspecto pues ante eso, pelucas. Además, yo ya sabía que desde época medieval, los señores y las señoras esnifaban colonia para no tener que oler el mundo como era. Asqueroso, pero mira, era la época en la que les tocó vivir. También me ha hecho ilusión porque hemos hablado de Madame de Pompadour que “le gustaba lo científico y hacía experimentos” y yo pensando por dentro: porque conoció al Doctor, a su Doctor de la chimenea y por eso le encantaba lo científico. Yo sé la verdad. #whoviansalpoder
Después de clase hemos ido a por un bocadillo de queso y un café para desayunar (POR FIN UN CAFÉ, TOMA CHUTE DE CAFEÍNA PA MI BODY) y a imprimirle un libro a Cintia en la copistería. Después de eso a una tienda de DVDs antiguos y baratos y luego a ver dónde estará la librería de segunda mano que abrirán donde me bajo yo del bus cada día.
Y una vez mirado el lugar, de vuelta a clase de Medieval, donde he comenzado a escribir esta entrada porque sigo sin internet en casa. A ver si llamo esta tarde. Después de Medieval seguiré en casa, a ver si puedo, que aún queda día por delante.
En clase de Medieval, me la he pasado la mitad navegando por la red, buscando cosas, actualizando listas de libros, bla, bla, bla mientras tomaba apuntes del principio de Carlomagno, que se llamaba Carlos. Ha sido tan gracioso. Nieto de un Martel. Unbowed, unbent, unbroken. Búsquedas en la red en las que te enteras de que han existido Daniel Lestrange de verdad en Irlanda y en Londres, que algunos eran carcineros y nacieron en el siglo XIX o a inicios del XX. SON MIS VIDAS PASADAS. Nos hemos enterado de que la sueca de Erasmus está liada con Mister Praxis. Dioses del infierno, ¿xq? ¿xq? ¿xq?
Salgo de clase y directo para el metro con Cintia y Aila, pero ellas se bajan antes que yo y yo, aguantando sin sentarme en todo el trayecto llego a Hospital de Bellvitge, a mis curas de cada dos semanas. Llegamos, nos entamos y tras esperar media hora me visitan y me dicen que la doctora llegará en poco tiempo y me podrá dar el alta. Ya es hora. Después de la visita vamos a comer a la cafetería del hospital una repulsiva y vomitiva deliciosa comida basada en macarrones al horno con zanahoria y pollo con berenjena. En fin, que he disfrutado más comiendo el pan y el postre que nada. Después de eso, convenzo a mi padre de ir al Mediamarket porque aún era el Black Friday (terminaba hoy lunes) a ver si estaba The perks of being a Wallflower y sí. ¡A mitad de precio! Después de eso hemos vuelto al barrio y yo me he pasado por casa de Laura que estaba malita y la he estado cuidando hasta que me ha tocado la hora de irme a inglés.
Antes de explicar inglés me gustaría comentar el fenómeno Black Friday. En Estados Unidos a primera hora de la mañana las rebajas son del 90% y a medida que va pasando el día esta rebaja disminuye, en cambio en España, como son unos copiones pero a la española han decidido que sólo sea unos cuantos artículos, unas cuantas tiendas y la rebaja únicamente del 50% y en algunas tiendas, ni eso.
En fin, hoy me tocaba el examen con los peques. Además de estar asustadísimo porque les costaba entender el examen, han tenido errores básicos que se habrían podido ahorrar si hubiéramos practicado más lo escrito, se han pasado media clase discutiendo sobre si tenían cada color y sobre qué ejercicio iban y las ganas que tenían de coger la consola. Pero al final no les ha dado tiempo de jugar y uno de los alumnos no ha venido, así que le tocará hacer el examen el miércoles con la secretaria. En fin. Después de eso me he ido a casa de Laura a volver a verla que seguía malita y después de dejarla en inglés, me he venido para casa y, dispuesto a llamar a los del Internet, reinicio el router por si acaso me lo iban a decir y cuál es mi sorpresa cuando de repente tengo conexión. Maldito destino... Y bueno, cenar, hacer el vago y ver Cómo conocí a vuestra madre. Y mañana sera otro día que tengo muchas ganas de dormir.
Que los dioses os guíen y que Morfeo me viole esta noche.
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