Día 289: ¿Ya estamos a 15?

Hoy lunes me he levantado cansado, como si no tuviera ganas de nada. Me había ido a dormir a las 2 la noche anterior y ahora el sueño me pasaba factura... En fin, he desayunado, me he cambiado, he encendido el reproductor de música, me he puesto los cascos y a por el autobús! A esperar cuatro minutos en la parada y hasta Plaça Universitat. De allí a la Facultad y en clase de Metodología... Esto comienza a volverse más práctico y más científico. Tipos de yacimientos y tipos de formas de reconocer un yacimiento con solo la prospección aérea, que es muy cara y bla, bla, bla. Hay rumores de vaga en la facultad, no sabemos si mañana podremos entrar en clase o qué haremos. Hoy estábamos en la cafetería durante nuestra hora y media libre entre clase y clase y estábamos comentando encontrar una manera para poder entrar que no fuera por la entrada principal y nos hemos puesto a investigar por la facultad. ¡Por fin la estoy explorando! Hemos ido al jardín y hablando, hablando, nos hemos pasado una hora entera de pie en los jardines. Ya comienza a hacer frío. Cogemos el ascensor hasta el segundo piso y a una divertida clase de Teoría sobre el anticuarismo... No puedo, no puedo, no puedo. No aguanto estas clases. Me entran unas irrefrenables ganas de gritar en medio de clase: QUIERES IR UN POCO MÁS LENTO? Pero me controlo. En fin, a la vuelta del autobús me encuentro con Fani en la parada del bus y volvemos hablando juntos.
Llego a casa, como y me tumbo a leer el libro de Arte pero me entra la modorra de la siesta y me echo una siesta hasta las 18. A las 18, me levanto, sigo leyendo, meriendo y me pongo a hacer los deberes de la academia a la que he ido a las 20,30. Palmón comienza alemán y tiene el mismo horario que yo en inglés. ¡Oh my god! Hemos salido de inglés y cómo no, la puerta cerrada. Qué simpático el del centro cultural que nos deja encerrados. ¡Qué simpático! Y nada, aquí estoy, escribiendo esto mientros tuiteo y veo el tercer capítulo de una serie de Antena3 a la que me he enganchado...
Que los dioses os guíen, lectores y que mañana Fortuna permita que haga clase y no haya otra vez huelga obligada.