3 de nov. 2011

Alma pottérica

Banda sonora de esta entrada: http://www.youtube.com/watch?v=rgBF6H0ADVU

Hoy  he echado de menos a Harry Potter. He echado de menos Googlear escenas inéditas de la película que está por estrenarse. He echado de menos conocer nuevos personajes. He echado de menos agitar la varita de plástico al compás de palabras que antes no tenían sentido, y ahora cobran sentido en la lingua latina. He echado de menos el dejarme llevar por la Banda Sonora. He echado de menos el soñar con lo guapa que saldría Emma Watson en la nueva película. He echado de menos pensar que ahora mismo hay una premiere de Harry Potter. He echado de menos buscar cuántos días faltan para el estreno de la nueva película. He echado de menos los nervios que derraman palomitas y fanta de limón por el camino hasta las butacas. He echado de menos decir con un hilo de voz "Dos para la de Harry Potter". He echado de menos quedarme boquiabierto durante dos horas sin pensar en el dolor de culo o en los fuertes contrastes de blancos y negros de la pelicula y el dolor de vista que producen. He echado de menos el ver los créditos y soltar: Ahora a esperar a que salga el DVD. He echado de menos el comerme todo el pote de palomitas saliendo, ya que no me ha dado tiempo a comer ni una. He echado de menos ver en Internet que ya ha salido el DVD, correr a mi madre y decirle que me diera dinero para ir a comprarlo ahora mismo aunque fueran las once de la noche. He echado de menos comprar el DVD, ver la película en castellano, en inglés, en catalán, con subtítulos, con los comentarios del director, ver las escenas inéditas, documentales de contenidos especiales y jugar a los cutre-juegos de los DVDs. He echado de menos juntar ese nuevo DVD junto a sus hermanos y pensar en lo bonitos que quedan todos juntos. He echado de menos, ese intento en vano de querer leerme el libro de la pelicula que veré al día siguiente para saber qué se han dejado y qué no. He echado de menos el leerme los libros una, y otra, y otra, y otra vez. He echado de menos el conseguir un nuevo libro y, aunque tuviera exámenes, trabajos o cualquier otra cosa, no podría descansar hasta haberlo terminado. He echado de menos ese hambre que te entra tras estar leyendo doce horas e ir con el libro abierto a la cocina y comer mientras lees y que tu madre te diga que es de mala educación y decirle que me moriría si lo tuviera que dejar un sólo segundo. He echado de menos imaginarme las caras de Rupert, Emma y Dan protagonizando mis fantasías al leer el libro. He echado de menos oír las voces de los dobladores castellanos mientras leía los diálogos. He echado de menos ese brillo que se me ponía al leer cada nuevo capítulo, cada nueva palabra, cada nuevo grano de arena en el mundo de Harry Potter, mi refugio durante toda mi infancia y adolescencia.

2 de nov. 2011

No llego a comprender

No llego a comprender el por qué de tantas cosas.
Cosas que la mente humana jamás entenderá. Cosas sobre mí y mi cuerpo que sólo los experimentados en la materia conocen. No sé por qué llevo insensibilizado de manos y brazos durante todo el puente. No entiendo el ataque de estornudos que me da cada mañana a las 8 de la mañana, esté o no durmiendo. Tampoco entiendo las demás mentes humanas ni el más mínimo ápice.
No entiendo qué tendencia tiene la gente a menospreciarse. ¿Es necesario tanto odio a uno mismo? Desde mi punto de vista, vivir es lo mejor que podemos tener. La vida es algo tan precioso que no vale la pena lamentarse, se agota tan rápido que un día, cuando sea demasiado tarde, echarás la mirada atrás y te darás cuenta de que te has pasado gran parte de tu vida maldiciéndote, creyéndote fea e incluso odiándote. ¿Por qué es necesario estar continuamente hablando del suicidio? Además de pegarle una bofetada a tus padres, devolviéndoles de mala manera lo que con tanto sudor y lágrimas les ha costado conseguir, que es tu vida, estás echando por el suelo lo más bonito que alguien puede poseer y que es, para miles y miles de personas, su única posesión. Y técnicamente, es lo que todo el mundo siempre posee. Siempre eres el dueño de tu propia vida y debes apreciar eso que el capricho te ha dado. Mi mente jamás entenderá por qué.