Día 292: Prácticas interminables de Antropología

Hoy me he levantado soñando que vivía en casa de un vlogger y que tenía que encontrar un CD que salvaría al mundo. Pa'flipar. A las 6.30. A las malditas 6 y media de la mañana me he levantado. Ni mi padre se había levantado entonces. He cogido, he desayunado y me he vestido y, DE NOCHE, he recorrido todo el camino hasta la Gran Via a pillar el bus que (he tenido que correr un poco) lo he cogido a tiempo. Y DE NOCHE he llegado a la facultad. Tan de noche y tan pronto, que he sido el primer alumno en entrar en la facultad. El guardia de seguridad estaba abriendo las puertas... He llegado demasiado pronto. (Media hora antes). Le pregunto al de seguridad. ¿Puedo entrar?. Y me responde, borde: Pues claro. USTED PERDONE, SEÑORITO, ENCIMA QUE TENGO MODALES. Y nada. He subido en ascensor (SOLO) hasta el segundo piso, vacío. Y he sido el primero en entrar en mi oscura clase de 100 personas de Arte e Historia. Ha venido la sexy profe y nos ha estado enseñando qué es el DOCOMOMO, que por cierto me desorino con el nombre de la organización de DOcumentación y COnservación de la arquitectura del MOvimiento MOderno, es buenísima. Y dice que mañana vendrá otra profe a hacernos otro tema. Por qué???? Con lo guapa que es yo me embobo. Después ha venido el de Antropología a hacer una hora y media de clase en la que me embobaba y me ha dado por escribir un guión para un vídeo. Creo que al profe le ha hecho ilusión verme escribiendo, porque era el único que estaba escribiendo algo, o lo que él creía, tomando apuntes.Total, que después de esa clase teníamos unas prácticas de Antropología desde las 11 a las 14 (porque yo normalmente salgo a las 11 de clase los jueves, pero NOOOO). Diréis, "¿Prácticas de antropología? ¡Qué guay!". PUES NO. Es ver un documental sobre civilizaciones perdidas de la mano de dios. El documental duraba 50 minutos. La posterior explicación del documental del profe, otra hora y media. Y cuando parecía terminar su explicación, resulta que dice: ¿Alguna pregunta? Y SÍ, TENÍAN MUCHAS PREGUNTAS. Con su consecuente respuesta de media hora enrollándose sobre los indios garífunas. Joder, con los señores indios. Que sí, serán patromonio inmaterial de la humanidad (me ha encantado la frase de mi profe de Antropología de "No sé si os sonará que es el patrimonio" JAJAJAJAJAJAJASi tú supieras la de hojas que rellenamos con apuntes en Arte e Historia, guapísimo), pero es que hoy he quedado un poco harto de esos señores. Hoy he hecho más de cuatro horas de Antropología. Matadme. Bueno, ahora no, que ya he tenido bastante. He salido de clase a las 13.40. He ido a la biblioteca, que quería apuntar la referencia del libro que usé de Subirachs para encontrar las medidas y mirar otros libros a ver qué decían sobre la obra, pero en "Obras de Subirachs en Cataluña" sólo salía una fotografía en pequeño de "Monumento a L'Hospitalet de Llobregat"... Pero en la entrada de mi biblioteca (se ve que sólo es en mi facultad), que son muy guays, tienes que pasar el carnet de la UB para poder entrar, como si fuera el metro con sus máquinas y todo. Y yo me estoy como media hora haciendo el canelo para que me lea el Carnet y me siento estúpido, porque las bibliotecarias se me quedan mirando y la gente que va detrás de mí, se pone impaciente. Ni que mi carnet fuera falso o algo... Mientras apuntaba la referencia del libro de Subirachs, a mi lado había una de mi clase mirando un libro de gravados mientras hacía fotos con su Blackberry a las fotos y se reía ella sola. Qué miedo da a veces la gente cuando no sabes lo que hace. Después de coger la referencia, he dejado los libros en la estantería y me habría quedado mirando libros de Puig i Cadafalch, pero me meaba y quería llegar a casa que tenía hambre. He ido corriendo a coger el autobús que se me iba de nuevo. Por la tarde no hay demasiado qué contar. Leyendo el librito maldito de A&H y viendo Once Upon A Time, que me tiene enganchado. Maldita Cora. Mulan tiene un polvazo. Y nada más. Voy a seguir leyendo el librito-maldito. Estoy viendo que no me lo terminaré jamás.
Que los dioses os guíen, lectores y que Atenea acompañe a Annabeth en su búsqueda.